miércoles, 26 de mayo de 2010

Ella, Débora.



Vas por la calle,gente pasando hambre,niños en sillas de ruedas,y ella quejándose porque se le ha roto la uña. Ella y sus uñas estaban monísimas.Pena da esa gente, que solamente se fija en aquellos detalles comunes de la vida, no van mas alla de las lágrimas de aquel niño suspirando por su piruleta.

Sangre. Sangre, corría por sus venas reguardecidas por aquella blanquecina y misteriosa piel. Venas, que palpitaban al son de los latidos de aquel órgano especial que a veces solo parecía un músculo.

Apreciar lo que tienes, ya sea poco. Para ella todo era poco, queria conseguirlo, solo se conformaba con vivir una vida rodeada de papeles o como ella lo llamaba, dinero. Típica chica acomplejada, indecisa, sin nada claro en la vida, ella era Débora. La que no se conformaba con lo que tenía.

¨Siempre¨ quieres lo que no tienes.

5 comentarios:

  1. Es la enfermedad del s.XXI, con síntomas de apatía e indiferencia.

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  2. Pobre Débora, eso es que aún no ha tenido el placer de tomar café en la mesa de la esquina con el humo y las palabras.
    Con eso se conformaría.
    Y ya de paso podría ayudar cuando terminara.

    Un saludo tiiiiiiiiia :)

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  3. "Venas, que palpitaban al son de los latidos de aquel órgano especial que a veces solo parecía un músculo." Depende de lo que duela, ¿no?

    Conformar o apreciar...
    :)

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